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sábado, 7 de marzo de 2015


Disponible en librerías de Argentina/ envíos a todo el mundo!

Método de Indagación personal basado en: decodificar la biología, la genealogía en acción, y la propia historia desde la gestación. Se Trata de una terapia de Desprogramación de los síntomas comprendiendo su origen, sentido y ciclos en la que utilizamos herramientas como, los actos mágicos y las constelaciones rizomáticas para desenredar la historia de cada familia. Tomamos el sistema de referencias de la lógica global convergente.
Se busca el patrón lógico y el trauma principal a lo largo de la vida para desmantelarlo. Se puede decodificar y encontrarle el patrón lógico a un dolor, un diagnóstico médico, un temor, un vínculo roto, un vínculo tóxico, un conflicto emocional, un obstáculo...


Índice:
  • Introducción
  • Consideraciones para los alumnos
  • Módulo I: El síntoma
  • Los tres paradigmas
  • Postulados de Hamer
  • Lateralidad
  • Metástasis
  • Otras consideraciones
  • Medicamentos
  • Construir sobre este aporte otros aportes
  • El caso del paro cardíaco
  • Puntos de no retorno
  • Barajar los resultados
  • La importancia de desintoxicarse
  • La percepción del conflicto
  • La lógica divergente y la lógica convergente
  • ¿Cuándo no me enfermo?
  • Listado de tejidos según la hoja embrionaria
  • Módulo II: El sistema familiar
  • Empecemos a hablar del árbol
  • Enfermedades comunes y arquetípicas
  • Estrategias posibles
  • El lenguaje de la enfermedad
  • Dibujar mi cuerpo
  • El árbol es rizoma
  • Abordaje transgeneracional
  • Programantes y desencadenante
  • Análisis del árbol: Dobles
  • Ciclos biológicos memorizados
  • Lealtades invisibles
  • Proyecto sentido
  • Ejercicio
  • Constelación rizomática
  • La autobiografía
  • La ficha que completa el consultante
  • Módulo III: El aporte de las culturas originarias, el chamanismo y la Gestalt
  • Chamanismo Huna
  • Recuperación de alma
  • El “desde dónde”
  • Actos mágicos o simbólicos
  • Diálogo con el órgano
  • Módulo IV: Prácticas vivenciales
  • Práctica del diálogo con el órgano
  • Práctica de viaje chamánico
  • Práctica del poder del discurso y el personaje básico de la infancia
  • Práctica: Alimentado tus demonios
  • Práctica de constelación con fotos
  • Práctica del nombre
  • La ficha que completa el terapeuta tras las consultas
  • Los órdenes de la ayuda
  • El caso de Patricia
  • Modulo V: El vacío como emisor y la lógica global convergente
  • La plantilla: Original, doble y desdoblado
  • Oda al error: la realidad como respuesta
  • El vacío
  • Gestión del conflicto: El observador

miércoles, 18 de febrero de 2015

Adelanto de "Basta de Repetir la Historia"

Nota: Este texto pertenece a un libro registrado, se prohíbe su reproducción.
Constelaciones rizomáticas 
Basadas en los principios de las Constelaciones de Hellinger, se gestó una dinámica propia. En Dar la Teta lo explico minuciosamente. Elegimos representantes para el consultante, su familia y sus síntomas u órganos de conflicto (por ejemplo para el cáncer, el dinero, el abandono, o la sinusitis) de un gran canasto de muñecos. Los muñecos tienen diferentes vestimenta, profesión, altura. Algunos son ositos, perros o Simpson. Otros son humanos, unicornios o princesas. Muchos vienen motorizados, hacen luces de colores o caminan a cuerda. Otros se balancean, y muchos son juguetes típicos de la Cajita Feliz. El consultante los elige por intuición y juega con ellos con los ojos cerrados. Cuando pudo olvidar cuál es cuál los dispone en el espacio uno a uno, aún sin poder mirarlos. Cuando abre los ojos vemos cómo es la dinámica familiar: qué distancia tienen entre sí, para dónde miran, si se buscan o se desencuentran, y quién son sostenedores y sostenidos. Imaginamos que "mamá" mira hacia afuera como buscando a un amor o hijo perdido (que incorporamos al sistema), o descubrimos que justo los hijos mayores siempre son los muñecos "bomberos" y que las mujeres son princesas frágiles y dependientes. A veces el muñeco "hace" luces o tiene música, en la funcionalidad del muñeco se desnuda el rol del personaje que representa. A veces los muñecos son dispuestos acostados o de pies para arriba, simbolizando antiguos dolores, depresión o muertes anteriores. Tenemos especial cuidado en agregar a los personajes excluidos de la familia (como ese tío que por alguna razón todos dejaron de ver), también a los abortos y a veces al síntoma (un muñeco para la obesidad, el tumor, o el miedo al abandono). 
Por mucho que siga ejemplificando, no hay cómo vivenciar la experiencia. La energía que se mueve en la sala y la profundidad que toma la cuestión para el consultante son poderosas. Luego hacemos movimientos sentidos para rearmar el sistema de forma pacífica y asintiendo a lo que ocurre. Los movimientos se hacen conforme a lo que el consultante puede, sin forzarlos, pero buscando la reorganización. Luego fotografiamos y dejamos actuar a la imagen de solución (ver Dar la Teta). 
Otra manera de realizar el ejercicio es con colchonetas de goma eva de encastre (comunes en las plazas blandas). El consultante se para en una y sobre otras imagina a su familia, También puede tomar el lugar de alaguno de ellos, lograr encastres e imaginar su futuro. 
Actos mágicos  
Tu cuerpo está queriendo hacer algo por vos. Tu Síntomas son pistas y tus justificaciones refugios. Todos tus mecanismos no consientes te han servido alguna vez. Todo tu personaje aceitado es un arduo trabajo que parece "natural", pero que te ha permitido sobrevivir cuando no tenías recursos. Recursos se tiene cuando se es adulto. Y ahora que  lo somos podemos desarmar nuestras corazas y decirle al cuerpo "lo hago yo por vos, ya no es necesario que me lo muestres, gracias". Entonces, después de reconocernos hacemos algo. Ese algo es realizar actos mágicos o simbólicos que parecen de Macumba y que seguramente tendrán sus orígenes en chamanes, brujos y sanadores. Los actos no prometen nada, son acciones cargadas de sentido. Durante estas "tareas" que se hacen en la consulta o fuera de ella, ponemos afuera lo que está adentro. Por ejemplo, si el síntoma es una trombosis (coagulo de sangre) se nos ocurrió que el consultante desarme un coagulo de gelatina de frutilla, lo licue con sus manos y se lo tome. De esta manera está tomando su sangre líquida y fluida de forma simbólica.  
Mediante los actos realizamos simbólicamente los deseos, las escenas temidas, los mandatos y la inclusión de los personajes excluidos de su historia. Desde la Psicomagia (otra técnica similar) se advierte la necesidad de hacer algo nuevo, de ponerle el cuerpo a la ocasión nunca imaginada. Esa interacción con una acción completamente nueva, inesperada y cargada de sentido, invita a la sanación. El paso fundamental para sanar es cambiar. Una manera lúdica y muy consiente de sanar es desprogramar mandatos antiguos y descubrir deseos presentes. 
Otras formas de hacerlo es realizar lo que el consultante teme para descargar su tensión. Si temo enfrentar a mi padre dibujo la escena donde le hablo y le escribo una carta. Si se abortó un niño le damos un lugar en casa poniéndole su nombre a una planta o pintando un retrato que lo represente. Si necesito descontrolarme y encontrar en el cambio mi modo de vida, me animo a regalar la mitad de mi ropero y a comprar una nueva mitad que nunca me hubiese puesto antes. Si tengo dos quistes puedo llevar siempre eel bolso dos piedras que lo simbolicen y un día tirarlas al mar a modo de despedida. 
Se trata de jugar al inventarlos. Cuando no salen, le preguntamos al consultante con qué objeto representaría su problema o conflicto. Sea cual fuera, con ese, ideamos algún acto. La imagen que surge de "la nada", viene desde un lugar sabio y oculto de nosotros mismos, la tomamos como verdadera puerta a la sanación, sin poner la expectativa en deshacernos del síntoma sino siguiéndolo a él. 
Muchas veces le pedimos al consultante que imagine su síntoma o su dolor, y que nos relate su color, textura, olor y peso. Con esa información fabricamos o compramos un elemento similar, que represente el conflicto pero fuera del cuerpo. Le estamos diciendo al organismo "dejá, de esto ahora me ocupo yo". 
Los actos psicomágicos popularmente conocidos tienen, en general, un tinte escatológico, incestuoso o sexual. No todas las personas están disponibles emocionalmente para hacer actos con la caca, o el flijo vaginal, como a veces se propone (con sus fundamentos) desde la Psicomagia. Me parece elemental cuidar a nuestros consultantes y no exponerlos más que a su propia historia. 
A qué suenan las palabras 
Reorganizando las letras de Violeta, se forman: aloe, eva, tilo, viola, late, ave, tela, vela, Olitelolovevoiiva, Veto, ateo, vil, tialive, velo, lave, veta, vilo. Dicen algunos chamanes que esas palabras que están o suenan dentro del nombre completo de uno deben usarse para atraer lo que uno quiere, mencionándolas, dándoles poder. Porque las palabras atraen a sus semejantes. 
Dentro de las consultas nos fijamos "a qué suenan" los nombres de los consultantes y de sus familias.  
Rosa pierde un hijo de solo dos días, Elías. La hija que tuvo después se llama Noelia, y nunca se percató de lo que significa No-Elias (no está Elías). 
Marcelito descubre que su abuelo "mató a Tito". Marimar se llama María Martha pero hasta en el colegio era Marimar. Su tío murió en un viaje donde se juntan dos mares (mar y mar).  
El nombre precede al cuerpo, primero somos nombrados, anunciados, imaginados, y después nos hacemos carne. Embarazada de Oliverio lo soñaba Domingo, hasta que supe que un bisabuelo de Matías llevaba ese nombre (y su abuelo se llamaba Camilo, el nombre con el que anuncié al bebé que perdí). Tuve que hacer preguntas incómodas a mi familia política porque mi marido no sabía ni cómo se llamaba su abuelo muerto. Sólo nombraba a un Osvaldo, el segundo esposo de su abuela, que había sido un "extra" en la familia de mucho peso. Lo llamamos Oliverio. No pensamos mucho en las coincidencias con osvaldoMàs tarde me-di-cuenta que me emparenté con un Matías Alberto (linaje de Albertos), muy con-sonante con mi abuelo Roberto (padre de mi madre que no conocí y al que ella añora y recuerda como el escritor del don-de-la-palabra). Un día, no se bien quién, empezó a llamar a Oli con una deformación aparentemente inocente: Oliverto. Oliverio estaba recordando a Roberto, y a Alberto. Además es doble por fechas de su abuelo Beto (Luis Alberto) y (atentis) de mi abuela Elvira (Luisa Elvira). Con Elvira podemos hacer "Livero", que para "Oliverio" sólo hay que sumarles las "O", de Roberto. Y yo tan contenta de ponerle un nombre sin carga familiar, ¡ilusa!, el árbol habla, cuenta y pertenece a una inteligencia superior. 
Los nombres de las enfermedades son pistas. El inconsciente nombra Neumo para expresar "pulmón" y para expresar casi "neumático". Inmigrante suena a migraña, sinusitis es "sin uso", cataratas son cuando hay un corte en el devenir de la corriente, y Diabetes contiene en su nombre "Dia" (dividido en dos) y "Beth" que en un idioma significativo para todos nosotros los occidentales, el Hebreo, significa Casa (Casa dividida). 

Conflictos programantes y desencadenantes  
El concepto de conflicto desencadenante de una enfermedad no es sencillo de explicar porque se basa en los postulados del Doctor Hamer, un médico alemán que estableció leyes médicas muy lejanas a la medicina convencional. Lo que puedo resumir es que toda enfermedad empieza con un suceso puntual, vivido con dramatismo y en soledad. Una sensación que no podemos transmitir con palabras. Ese no suele ser el comienzo de los síntomas, que aparecen generalmente cuando el conflicto se resuelve. Lo que advierte la biodecodificación es la existencia de otros conflictos que "resuenan" con el desencadenante a lo largo de la historia de la persona (y de la pre-historia también). Estos programantes van haciendo huella, son hechos puntuales unidos por una temática. La temática de cada uno es nuestro hilo conductor, el riel donde estallan nuestros conflictos.  
El cuerpo es el mapa. Si los síntomas son en las tetas, nos hablan de una historia de conflictos de nido. Si el problema esta en los huesos (la estructura básica), seguramente tengamos que buscar historias (y programantes) de desvalorización.  
No es lo mismo si el tejido afectado pertenece al dominio del endodermo (o tronco cerebral), al mesodermo (sustancia blanca y gris) o al ectodermo (corteza cerebral). Estas capas embrionarias diferencian partes de nuestro cerebro que se hicieron cargo de las funciones biológicas a lo largo de la historia de la evolución. La primera capa se relaciona con el control de órganos vitales, por lo tanto conflictos de reproducción y supervivencia (es la capa que compartimos con todos los seres vivos). La segunda capa controla los tejidos de protección. La cuarta el movimiento y desplazamiento, apuntando a conflictos ligados a la estructura y el movimiento. Y la cuarta capa controla los tejidos y órganos externos, y de pase (o conductos), ésta nos sugiere conflictos sobre la comunicación y el territorio, muy propios de nuestro desarrollo evolutivo actual. 
Cuando los órganos afectados pertenecen a las dos primeras capas, generan masa (tumefacciones) cuando el problema de la persona está activo y la masa se detiene o deteriora cuando el conflicto se soluciona. Si los órganos pertenecen a las últimas capas, se ulceran en fase activa del conflicto y reparan haciendo masa cuando el conflicto se resuelve. Un cáncer de cuello de útero se descubre con el conflicto resuelto. Un cáncer en la glándula mamaria, si está activo, denuncia un conflicto que aún perturba a la persona. 
Desarrollé más sobre esto y las enfermedades arquetípicas en mi libro Dar la Teta. La terapia de Biodecodificación Rizoma no reemplaza ningún tratamiento médico si no que buscas las causas más sutiles, antiguas y problemáticas para la persona, y comprende desde otro paradigma los ciclos de cada sintomatología. 
Todo aquello que quiero decodificar tiene un viaje previo. A ese viaje lo llamamos Hilo Conductor. Se trata de la temática principal que se repite en varios hechos a lo largo de la historia. Ejemplo sencillo: Juan (40) hace tres años que tiene un miedo "exacerbado e ilógico" (según él) a perder su trabajo.  
Desencadenante:  
  • Hace tres años comenzó la reducción de personal en su empresa coincidiendo con un el abandono de su novia. Se siente desvalorizado y cree que si no pudo sostener ese vínculo posiblemente no lo vean con condiciones en el trabajo. Además de su pre-historia descubrimos que su padre se suicida a los 37 años por una profunda desvalorización que tiene su raíz en el mundo laboral. 
Programantes 
  • 24 años. Conflicto de no ser suficientemente bueno cuando no aprueba por tercera vez una materia que debía promocionar para "salvar" el año en la facultad (¿A quién no pudo salvar?) 
  • 18,5 años (la mitad de la edad del desencadenante). Su madre le pide que se alquile un departamento porque ella se irá a vivir con su pareja.  
  • 9 años (de nuevo la mitad). "Pierde" en la final de un casting de talentos infantiles. 
  • 4 años (seguramente la mitad del anterior). Muerte de su padre. "No decidió vivir ni siquiera por tenerme a mí". 
  • Proyecto sentido. Durante su embarazo los padres esperaban una nena 
  • Transgeneracional: Es doble de su abuela materna, que inmigró de Europa tras la hambruna de la guerra. Además tiene el mismo nombre que su abuelo paterno, quien fue estafado en su propia empresa y "dejado" en la calle. 
¿Cuál es el hilo conductor? "No me eligen porque no soy suficientemente bueno. No me puedo "salvar"." 
Abordaje transgeneracional  
La vida se produce por medio de dos fuerzas, nuestros padres. Cada concepción es un "milagro" para cualquier razonamiento. Renegar del poder de la sangre es absurdo. Estamos entrelazados a través de la filiación, y pertenecemos a  un sistema. Claro que mediante la crianza adoptamos formas, gestos y destinos diversos. A través de la crianza nos repetimos o nos diferenciamos, nos salvamos, nos volvemos resilientes, o enfermamos. A través de la crianza obtenemos o no lo que necesitamos siendo niños, y a través de la crianza creamos nuestros roles y personajes para sobrevivir. Sin embargo nuestros padres biológicos, siempre serán nuestros padres. Sean como sean, y estén donde estén. Juzgarlos es estúpido, porque nos expulsa de la fuerza de la vida que se nos da a través de ellos. Conocerlos es un viaje, a veces paradisiaco, a veces de tren fantasma. 
En los casos siguientes veremos cómo nuestros ancestros nos hablan, acompañan y recitan dentro nuestro. Son nuestras propias células las que guardan la información de sus vidas (esto se está comprobando científicamente). Somos nosotros mismos los que acobijamos sus vidas y podemos transformarlas a partir de reconocerlas y elegir nuestro futuro con con-ciencia. 
Los padres que nos salen ser están íntimamente relacionados con nuestra pareja de progenitores. Los profesionales que nos salen ser, también. Las mujeres que somos, somos a cara de lo que fueron nuestras abuelas y bisabuelas. Y los mecanismos de huida, ataque y defensa suelen ser copias fieles de las herramientas que ellos tuvieron en su momento, no de las nuestras. 
De algunos ancestros somos "dobles". Creo que esto lo mencioné en el primer libro Dar la TetaSegún coincidan fechas, nombres o profesiones, o vengamos al mudo luego de una muerte importante, estamos haciéndonos cargo de esa historia y tratando de continuarla o vengarla. Las fechas importantes a tener en cuenta son las de nacimiento y defunción. Y las vamos a comparar con nuestra fecha de cumpleaños y nuestra posible fecha de concepción (nueve meses antes). Si hay similitudes, tomando diez días de tolerancia para un lado y para el otro, hay coincidencia. Por ejemplo, si mi abuelo murió un 26/9 y yo fui concebida un 18/9, somos dobles. Mi suegra cumple años el mismo día de mi concepción. Por lo que mi pareja "busco" para emparentarse a un "doble" de su madre. Aunque nos parecemos muy poco, nuestras almas resuenan y el vinculo que hacemos con mi marido tiene sus parecidos. 
Los nacimiento de un día X del mes 1, estarán en sintonía con los nacidos/muertos/gestados en el mes 4 , 7 y 10. Así como hay una sincronía entre lo que sucede en el mes 1, 4, 7, y 10, la hay con: el mes 2, 5, 8 y 11, el mes 3, 6, 9 y 12. 
Dentro de la metodología que utilizamos, pedimos a los consultantes que traigan fotos de su sistema familiar y de su infancia. Con las imágenes presentes, "decorando" el consultorio, evidenciamos expresiones y cuerpos. En algún momento de la vida del consultante o de sus padres los cuerpos pierden espontaneidad, se acortan, se encierran. Las fotos pueden leerse desde varios planos y con diferentes objetivos. 
No todos los sucesores somos herederos de todo. Algunos funcionamos como "chivos expiatorios", algunos somos la papa caliente o el centro visible del conflicto, quedando los demás exentos de la carga. La repartija no suele ser equitativa. Algunos nos hacemos cargo, porque asumimos la misión de ponerle el nombre propio a la historia de otro (el hijo "fallado", el hijo "rebelde", el hijo "nacido para cuidar a los padres", el hijo "sostén económico"). Algunos escapan a otras latitudes, pero aún así, en algún momento deben hacer el camino de regreso a casa, para saber quiénes son y por qué se han ido realmente. Algunos sólo se conocen intoxicados, otros son eternos negadores. Algunos nombran lo que pasó y otros no nombran nada. Lo que no es nombrado, no existe. Si mamá no nombró su angustia, su desamor, su violencia, tuvimos una infancia supuestamente feliz. Pero nuestro recuerdo dormido vibra empujando una vivencia que no se con-dice con el discurso materno. Cuando somos adultos y no nombramos lo que nos pasa, lo dejamos pasar, lo anulamos. Contrariamente a la casa de mi marido, en mi casa siempre se nombró lo que faltaba. No en términos económicos, sino en términos emocionales ("a tu tía Dora nunca la tocaron, a Elvira no la quisieron"). También se nombraba el sacrificio, el cansancio y lo terrible del mundo. A veces la emoción, la nostalgia y el amor en los lazos familiares (lo que no nombraba mamá lo nombraron películas como Como Agua para Chocolate, La casa de los Espíritus, La Lección de Piano, Laberinto, Cumbres Borrascosas, El Nombre de la Rosa, etc). Lo que no se nombró fue el placer. Y el placer parece que no existió. 
No hacemos genealogía para buscar LA  causa de un conflicto o de una enfermedad, porque LA causa siempre es una maraña de causas indescifrables, complejas y sobretodo sutiles. Buscamos pistas, sincronías, y revelaciones. Encontramos las omisiones, los lugares sin-sentido, y prendemos la luz, justo ahí, a ver qué hay. 


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El aporte filosófico de Bert Hellinger a las dinámicas transgeneracionales me parece impecable y pacífico. A veces puede ser polémico, mas suaviza todos los vínculos y genera encuentros. Copio parte de su predicar sobre el Órden y el Amor: 
"El desprendimiento de lo más próximo, nos relaciona con algo mayor, aunque nos cueste el precio de una mayor soledad. Por eso a muchos les cuesta tanto dar el paso del vínculo estrecho a algo nuevo y amplio. Pero toda relación estrecha tiende a desarrollarse hacia algo más grande y amplio. Por eso, la relación de pareja, al alcanzar su punto culminante con el nacimiento de su primer hijo, pierde algo de su intensidad y comienza a desarrollarse hacia la amplitud. La relación se enriquece, pero la unión estrecha disminuye, tiene que disminuir. 
Al comenzar una relación, algunos piensan que siempre permanecerán estrechamente unidos. Una relación, sin embargo, también es una parte del proceso de morir. Toda crisis en una relación se vive como un morir, y realmente es parte de nuestro morir. Se pierde algo de la unión estrecha y a otro nivel se da una nueva calidad en la relación. No es como antes, es mas serena y desprendida, y mas amplia también. 
Muchos problemas se desarrollan porque las personas piensan que a través del razonamiento, del esfuerzo o del amor – tal como nos lo exige el sermón de la montaña – podrían superar el orden. El orden, sin embargo, nos viene dado y no es posible sustituirlo por el amor. Seria ilusorio. Hay que volver al orden, al punto de la verdad, solo hay encontraremos la solución. 
El amor es una parte del orden. El orden precede al amor, y el amor solo puede desarrollarse en el marco del orden. El orden nos viene dado El amor se subordina a un orden y después puede prosperar, de la misma manera que una semilla se hunde en la tierra para crecer y florecer ahí. 
Existe una jerarquía en función del comienzo de la pertenencia a un sistema y este seria el orden de origen, que depende de la sucesión temporal de la pertenencia. El ser se define y obtiene su rango gracias al tiempo. El tiempo confiere su estructura. El que estuvo primero en un sistema tiene prioridad sobre aquel que vino después. 
La primera relación intima de una persona. Tiene prioridad sobre la segunda, independientemente de la calidad de la primera. La segunda relación establece un vínculo menos fuerte que la primera. La profundidad del vínculo disminuye en cada relación. Vinculo no es equivalente a amor. Es posible que el amor en una segunda relación sea más grande, pero el vínculo es menor. La profundidad de un vínculo puede deducirse del grado de culpa que una persona siente al abandonar una relación, al tratarse de una segunda relación, se siente menos culpa que en la primera. 
Todo grupo dispone de una jerarquía que resulta del momento en que cada uno inicio su pertenencia al grupo es decir, quien entro al grupo antes, tiene prioridad sobre aquel que vino después. Esto se aplica tanto a la familia como a las organizaciones. 
Todos los procesos trágicos en las familias se deben a que un miembro pospuesto atenta contra el  orden de origen. Es decir, se arroga un derecho que propiamente seria de un integrante antepuesto, aunque muchas veces sea una arrogancia objetiva, no subjetiva. 
Esta seria el caso de un hijo que intenta expiar una culpa en lugar de sus padres, o que padece, en otro contexto, las consecuencias de una culpa de los padres; eso seria una arrogación. Pero el hijo no se da cuenta de su arrogación, ya que actúa por amor. No escucha ninguna voz en su conciencia que le advierta del peligro. Por eso todos los héroes trágicos  están ciegos al pensar que hacen algo bueno y grande. A pesar de todo, esta convicción no los protege de  su ruina. Alegar la buena intención o la buena conciencia- lo cual, en la mayoría de los casos, ocurre posteriormente –no varía ni el resultado ni las consecuencias. 
 El niño no puede defenderse de esta arrogación, dado que se siente impulsado por su amor y por las mejores intenciones. Es tan solo de adulto que llega a comprender la situación real, pudiendo así librarse de las ataduras y retirarse, al lugar que le corresponde. 
La persona que se decide a favor de algo, por regla general tiene que renunciar a otra cosa a cambio. Aquello por lo que se decide es aquello que es, aquello que se realiza. En relación con lo que es  y se realiza, lo otro, es decir aquello a lo que la persona renuncia, es como un no ser. 
 Por tanto, todo ser, que existe y se realiza, esta rodeado de un no ser, de una existencia no realizada, sin la cual no seria concebible. No se trata de una nada, sino solo de un no ser. Ahora bien, si menosprecio aquello que constituye el no ser para mí ser, este no ser merma mi ser" 
  



El aporte del chamanismo y la astrología  
En una época muy oscura de mi vida se apareció el libro de Serge King y con él el acercamiento al chamanismo. Al principio la palabra me generaba rechazo, porque la relacionaba con brujería, religión o consumo de plantas. El aporte del chamanismo que practico es justamente el acercamiento de técnicas ancestrales a hombres y mujeres urbanas, sin necesidad de ingerir ninguna planta, simplemente abriendo las puertas de nuestra percepción espiritual. 
El chamán es aquel que "ve en la oscuridad". Y la oscuridad, a veces, es nuestra vida cotidiana, cargada de obligaciones y repeticiones. 
No por practicar ejercicios chamánicos somos chamanes o especialistas. En este caso integramos parte de la cosmovisión Hawaiana al trabajo en Biodecodificación. La práctica revela el milagro. No necesitamos interpretadores, simplemente estar a solas, en relajación, con nuestro mundo interior. Muchas veces el sonido de los tambores (usamos un CD con tambores grabados) habilita un contacto rápido con el inconsciente. 
Como astróloga me enfrento al prejuicio de mucha gente. Sin embargo, de todo lo que he estudiado, la astrología integra el conocimiento más profundo, largo y complejo que he recorrido. Hasta me da vergüenza llamarme astróloga, porque hay tanto por seguir investigando, estudiando, conociendo...es un espiral que no termina jamás. Conté en Dar la Teta que los astros no nos determinan sino que el cielo espeja el momento energético que vive la tierra. También hablé sobre los seis signos del zodiaco con sus dos polos (terminan siendo doce), y sobre lo implorante de conocer nuestra carta natal, que conforma nuestro mapa energético matriz y a su vez marca todas nuestras potencialidades. De ninguna manera podemos predecir el futuro, lo que sabemos hacer es ver cuál es el aprendizaje esencial de la persona, y como sus desafíos, talentos y detrimentos se relacionan con la temporalidad. La cualidad del tiempo nos habilita a pensar "momentos para". Mediante en análisis de los tránsitos y la revolución solar (esa carta anual que se lee sobre la natal y que va de cumpleaños a cumpleaños) vinculamos el aprendizaje principal del consultante (ir desde esos lugares conocidos y cómodos a los que le son propios pero no reconoce como tales) con el momento presente. La carta nos muestra que todo lo que "nos sucede" y las personas que "se nos cruzan" no son otra cosa que partes de nuestra estructura energética, osea  de nosotros mismos. Antes de pedirle al universo que cambie, podemos tomar las riendas y cambiar nosotros. Tal vez después, el universo, responda "mágicamente". 
Cuando le conté a Cata que todos tenemos un animal de poder sentí en su cuerpo una alegría tremenda (como el día que "se dio cuenta" que podía ser ella la reencarnación de su amada Gilda). Bailaba y sonreía pensando en cuál sería el suyo. Nos dispusimos a meditar juntas para visitar nuestros jardines interiores. Pensé que encontraría una ovejita o un caballo alado que tanto le gusta. Pero me dijo que vio un murciélago. Uno de eso a los que teme en la vida "real". Estaba encantada con su murciélago, me pregunto si podía ella ser la encargada de contarle a su hermano que él también tenía un animal de poder, y si podía buscarlo por él hasta que creciera. 
El chamanismo aporta ejercicios donde el consultante puede conectarse con la parte más sabia de sí mismo. En genera tenemos preguntas, objetivos y propósitos, y cuando nos acercamos a las practicas espirituales pretendemos estar abiertos, y escuchar el susurro. Hay una respuesta que llega desde un lugar muy intuitivo. Las fuentes de poder en chamanismos están en la naturaleza, los guías, y los objetos cargados de sentido. Lo importante es conocer el propósito y acudir al encuentro del mundo inter-intuitivo, recibiendo guía y asistencia de nuestras fuentes de poder. Los viajes chamánicos que hacemos son suaves, porque creemos que no hay fines pacíficos con medios violentos (el fin se determina por el medio y el camino es similar a la llegada). Cuando queremos bucear en "el pasado", simplemente accedemos al síntoma que nos perturba en el presente, y en ese síntoma está la llave de aquel pasado, vivido hoy, detenido en el tiempo, un pasado doloroso, abierto, que de pasado no tiene nada.